Con esta ola de calor que estamos viviendo y con la probabilidad de que cada año sea más cálido que el anterior, hoy queremos hablar de cómo proteger del calor a nuestra familia no humana.

¿Cómo saber si le está afectando el calor a tu perro o gato?

Las señales que nuestros peludos nos dan para demostrar que están sufriendo por el calor varían dependiendo del tipo de animal que sean.

PERROS     

Aumento de los jadeos   

La lengua se les torna más roja   

Nariz reseca   

Letargia   

Caminan de forma inestable   

Vómitos   

 Ojos vidriosos   

 Aceleración del corazón   

    GATOS

  Beben en exceso

  Aparentan debilidad

  Juegan menos

  La lengua se torna azulada

  Salivan mucho

  Se lavan de forma excesiva

  Están aletargados

  Comportamientos extraños

Entonces, ¿cómo podemos ayudarles?

Tenemos muchas técnicas para evitar que nuestros animales pasen por este mal trago.

HIDRATARLOS

Aumentar los bebederos de nuestros perros y gatos, mantenerlos frescos en la medida de los posible y a la sombra. De vez en cuando podemos ponerles un cubito de hielo para que el agua se mantenga fresca el mayor tiempo posible. Existen artículos como fuentes de agua corriente que nos pueden ayudar a esto.

También podemos bañar a nuestros perros o, si tenemos gatos,  poner paños y toallas húmedas en el suelo para que se puedan tumbar. también tenemos la opción de camas frías. Son camas llenas de líquido que se refresca por presión que podemos comprar fácilmente. 

MANTENER UNA TEMPERATURA FRESCA EN CASA

Si tienes jardín acondiciona un lugar para el refresco. Y si no evita el sol directo en al  menos la habitación que más usen tus mascotas. Si tienes aire acondicionado perfecto, pero recuerda evitar que le de directamente al animal.

CEPILLADOS DIARIOS

De este modo les ayudamos a deshacerse del pelo que les sobra. También podemos recortárselo. Pero no en exceso, porque a ellos les sirve como protección. Mínimo 3 centímetros sobre la piel.

MANTENERLOS ACTIVOS EN LAS HORAS DE MENOS CALOR

Por ejemplo jugando con ellos por las mañanas y las noches, y evitando hacerlo en las horas de mayor temperatura. 

En resumen, si tú lo pasas mal con el calor tu amigo peludo también. Lo más importante es prestarles más atención y vigilar su comportamiento para asegurar su bienestar.

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